jueves, 26 de febrero de 2009

François Schuiten



Nacido en Bruselas el 13 de abril de 1956, Schuiten se sintió fascinado por la arquitectura desde muy joven –su padre fue arquitecto, lo mismo que su hermana, y su hermano Luc, quien le ha asistido en algunas de sus historietas- si bien nunca llegó a estudiarla. Tras aprender las bases del cómic en el Institut Saint-Luc de la capital belga, en 1973 publica su primera obra, Mutation, para la edición belga de Pilote. En 1977 entra en las páginas de Metal Hurlant realizando junto con su hermano Luc el ciclo de historias cortas reagrupado en tres álbumes bajo el título común de Las tierras huecas, donde ya se percibe su talento para crear arquitecturas fantásticas cuyo protagonismo se entremezcla con el de los personajes que las pueblan. En 1978 participa en tres volúmenes realizados por el colectivo Le Neuvième Rêve, formado por estudiantes de Saint-Luc, bajo la supervisión de su profesor Claude Renard. En colaboración con este último lanza en 1980 Aux médianes des Cymbiola, seguido en 1981 de Rail. En 1982, con guiones de Benoît Peeters, inicia la saga de Las ciudades oscuras, que ha llegado hasta la fecha a los ocho álbumes.
Su labor se ha extendido más allá de los cómics, habiendo colaborado en el campo cinematográfico en la concepción gráfica de las películas Gwendolyne (Just Jaeckin, 1984) y Taxandria (Raoul Servais, 1998), además de ser el co-creador de una serie televisiva en animación 3D, Les Quarx. Asimismo, ha elaborado escenarios para varios espectáculos teatrales, ha diseñado el Pavillion de l´Utopie para la Expo 2002 de Hannover y se ha encargado de la decoración de sendas estaciones de metro en París y en Bruselas. Su obra como ilustrador ha sido recogida en el libro de arte El libro de Schuiten.


martes, 24 de febrero de 2009

Jean-Louis Forain reflejó a la vida moderna


Nació en el seno de una modesta familia de artesanos. Trasladado a París a los once años de edad, contó con la protección del escultor Jean-Baptiste Carpeaux y estudió por un tiempo en la École des Beaux-Arts, en el estudio de Jean-Léon Gérôme, si bien su formación fue autodidacta en gran medida.

La funámbula
Forain entró a trabajar con el caricaturista
André Gill. Destacaría como ilustrador para publicaciones como Le Monde parisien y Le Rire. Representaba principalmente el mundo del teatro y los cafés, pero buscó el humor en todos los contextos, y sus dibujos más satíricos son los de jueces y abogados de hacia 1900, en lo que conectó con un ilustre predecesor: Honoré Daumier.
Bajo influencia de
Manet y Degas, Forain abordó temas recurrentes en ellos: el teatro, las carreras de caballos, los cafés, la ópera y también las casas de alterne. Rechazado en el Salón de 1874, en años posteriores se integró en el denostado grupo impresionista. Entre 1879 y 1886 participó en cuatro exposiciones impresionistas, invitado por Degas, y llegó a participar en una colectiva de la galería Durand-Ruel en Nueva York. Pero finalmente, se aceptaron obras suyas en los Salones oficiales de 1884 y 1885 (entre ellas, El viudo del Museo de Orsay de París).

Escena de tribunal, 1910
Su primera muestra individual tuvo lugar en
1890, en la galería Boussod et Valadon, dirigida por Theo van Gogh, hermano del célebre pintor.
Su despegue como autor popular arrancó en la década de 1890, con sus caricaturas satíricas. Admirador de
Goya, visitó Madrid en 1894 y 1900, la segunda vez para visitar una exposición sobre el pintor español.
En
1913 se le dedicó una exposición con 390 piezas en el Museo de Artes Decorativas de París, y cuatro años después se exhibió otro amplio conjunto (75 obras) en la Exposición de Arte Francés celebrada en Barcelona.
Forain es considerado un precursor de Toulouse-Lautrec. Se cree así mismo que una caricatura suya inspiró a
Edward Hopper su famoso cuadro Habitación de hotel (Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza).[cita requerida]
En
1921, por compromiso a su ciudad natal, ofrece al museo de Reims un importante lote de dibujos.
Muere el 11 de julio de 1931, su tumba se encuentra en
Le Chesnay, cerca de Versalles en donde poseía una propiedad.

Henri Toulouse-Lautrec pinto la vida parisina


Dibujante,pintor y grabador francés, fue uno de los artistas que mejor representó la vida nocturna parisiense de finales del siglo XIX. Toulouse-Lautrec nació en Albi el 24 de noviembre de 1864, en el seno de una de las familias aristocráticas más importantes de Francia. Siendo adolescente se rompió las dos piernas y, a causa de una enfermedad congénita que le provocaba falta de calcio, durante el resto de su vida conservó un torso normal pero las piernas no le crecieron. Su habilidad para el dibujo fue en principio estimulada por su tío, el conde Charles de Toulouse-Lautrec, así como también por René Princeteau y John Lewis Brown, artistas aficionados amigos de la familia. Más tarde estudió pintura con los academicistas franceses Joseph Florentin Leon Bonnat y Fernand Cormon. Toulouse-Lautrec frecuentó los coloristas y animados cabarets del distrito parisiense de Montmartre, como el Moulin Rouge, y atrajo con su ingenio y locuacidad a un nutrido grupo de artistas e intelectuales entre los que se encontraban el escritor irlandés Oscar Wilde, el pintor holandés Vincent van Gogh y el cantante francés Yvette Guilbert. Visitó también con asiduidad el teatro, el circo y los burdeles. Los recuerdos e impresiones que sacaba de estos lugares y de sus personajes más destacados los plasmó con gran maestría en retratos y bocetos de sorprendente fuerza y originalidad. Ejemplos característicos son La Goulue entrando en el Moulin Rouge (1892, Museo Toulouse-Lautrec, Albi), Jane Avril entrando en el Moulin Rouge (1892, Courtland Gallery, Londres) y En el salón de la calle des Moulins (1894, Museo Toulouse-Lautrec). Su vida desordenada, su alcoholismo y un ataque de parálisis le llevaron a abandonar su estudio para refugiarse con su madre en el castillo de Malromé, propiedad de la familia, donde el 9 de noviembre de 1901 falleció. Toulouse-Lautrec fue un artista muy prolífico. Realizó gran número de óleos, dibujos, aguafuertes, litografías y pósters o carteles, así como también ilustraciones para varios periódicos de entonces. Muchas de sus obras se conservan en el Museo Toulouse-Lautrec en Albi. A su peculiar y personal estilo incorporó elementos de otros artistas de la época, especialmente de los pintores franceses Edgar Degas y Paul Gauguin. El arte japonés, de moda en París por aquellos años, ejerció también su influencia en Toulouse-Lautrec, con sus contornos fuertemente marcados, su composición asimétrica y la utilización de manchas de colores planos. Su obra inspiró a Vincent van Gogh, Georges Seurat, Georges Rouault y a todos aquellos artistas interesados en el trabajo de litografías y carteles.